lunes, 28 de junio de 2010

Urmuz o vanguardía de la vanguardia


En el origen de toda la vanguardia literaria rumana, la obra de Urmuz ha sido tambien la puerta y el camino por donde nombres como los de Eugen Ionescu o Tristan Tzara han llegado a su plena consagracion universal. Con una significativa diferencia: mientras que el primero lo ha reconocido siempre, sin reserva y con orgullo, siendo su primer traductor al frances, el segundo no ha pronunciado jamás el nombre de su directo antecesor, relegándolo, como a sus poemas rumanos, a un olvido igual de injusto e inmerecido.
Razon de más para acompañar la primera version española de sus poemas con algunos fragmentos urmuzianos. El lector podrá confirmar o invalidar asi nuestro empeño en sostener que Urmuz le ha brindado a Tzara materia estetica decisiva para su poesía y los medios principales para construir el dadaismo.
La critica rumana ha sostenido en parte esta afirmacion. Mas, lo que le ha preocupado de manera especial, ha sido la lectura interpretativa de los textos urmuzianos, haciendo justicia a los que transcriben el nombre del autor al lado de Lautreamont, Kafka o Charles Cros.
Es más que probable que, de haber seguido escribiendo, la literatura de Urmuz hubiera estado muy cerca de la de Kafka, con quien comparte muchas cosas, empezando por la plasmacion de los personajes, que son de la misma inconfundible familia.
En cuanto a Lautreamont, los caminos son bastante distintos. Aunque siempre nos sorprenderán las dos mesas. La del poeta frances («[...] el encuentro fortuita, en una mesa de diseccion, de una máquina de coser y un paraguas») ha disfrutado de toda la gloria literaria. La de Urmuz («una mesa sin patas, en el medio, basada en câlculos y probabilidades, soporta un cuenco que contiene la esencia eterna de "la cosa en si", un diente de ajo y una estatueta que representa un pope (transilvano) que sostiene en la mno una sintaxis y... 20 centimos de propina»), mejor construida, pero al
no ser el ebanista tan famoso, ha quedado en el trastero de la literatura universal.
Extraña, por encima del tiempo, la comunicacion con Charles Cros. El personaje de Urmuz, Turnavitu, para complacer a su amigo y protector, Ismail, se transforma una vez al año en bidon y emprende un viaje lejano, «habitualmente a las islas Mallorca y Menorca», viajes que consisten en el «ahorcamiento de una lagar tija al picaporte de la capitania portuaria y luego en el regreso a la patria».
Acuerdanse de la anecdota del Arenque ahumado. El persona je sube la escalera alta, fija el clavo arriba, sobre la pared blanca, suelta el martillo, ata la cuerda al clavo y del cabo de esta el arenque ahumado, ahumado, ahumado...
El poeta vanguardista Ştefan Roii apunta en algun lugar: «Si el movimiento de Zurich, el Cabaret Voltaire, lo hubieran tenido [a Urmuz] allâ, en su estado propicio de espiritu, hubiese alcanzado la plenitud de su creacion, dando la medida de toda su personali dad» (Urmuz, Páginas raras, Bucarest, Miner va, 1970, p. 120). Opinión un poco exagerada: ¿ para que tenerle en Zurich si contaba con la obra de este? En su egocentrismo desmesurado, a medida de su talento, Tzara no hubiera aceptado compartir jamás la gloria con alguien.

El embudo y Estamate
—Novela en cuatro partes—

Un apartamento bien aireado, compuesto de tres habitaciones principales, con terraza, camon y timbre.
Delante, el salon suntuoso, cuya pared del fondo está ocupada por una biblioteca de roble macizo, siempre envuelta en sábanas humedas... Una mesa sin patas, en el medio, basada en cálculos y probabilidades, soporta un cuenco que contiene la esencia eterna de «la cosa en si», un diente de ajo, una estatueta que repre sen ta un pope (transilvano) sosteniendo en la mano una sintaxis y... 20 centimos depropina... El resto no tiene ninguna importancia. Sin embargo, hay que retener que este cuarto, eterna- mente sumergido en la oscuridad, no tiene puertas, ni ventanas y no comunica con el mundo de afuera más que por un tubo, del cual a veces sale humo y por el cual, durante la noche, se pueden ver los siete hemisferios de Ptolomeo y durante el dîa dos hombres que descienden del mono y una sarta finita de quimbombos secos, al lado del Autos-Kosmos infinito e inutil.
La segunda habitacion, que representa un interior turco, está decora da con mucha suntuosidad [...] y sus inmensas paredes, conforme a las costumbres orientales, están repintadas cada mañana, otras veces medidas con el compas para que no dis minuyan al azar.
Desde ahi, por una trampa [...] se baja a una alcantarilla fresca cuya primera salida no se sabe donde termina y la otra en la parte opuesta, en un cuarto de techo bajo, con suelo de tie rra, en cuyo centro se halla clavado un poste al que está atada toda la familia de Estamate.
En lo que respecta personalmente a Estamate, una ocupacion que le interesa en el más alto grado es andar al atardecer por las iglesias para fotografiar santos de más edad, los que vende después a su confiada esposa y a su hijo Bufty, quien tiene patrimonio personal [...]




Ismail y Turnavitu

Ismail se compone de ojos, patillas y vestido y se encuentra hoy con gran dificultad.
Antes crecia incluso en el jardín botânico y ms tarde, gracias al progreso de la ciencia moderna, se ha conseguido fabricar uno por via química, a traves de un proceso de sintesis.
Ismail nunca anda solo. Se le puede ver a las cinco y media de la madrugada, deambulando en zigzag por la caile de Arionoaia, acompanado por un tejón atado fuertemente con una amarra de barco, que por la noche se come crudo y vivo, no antes de cortarle las orejas y exprimir encima un poco de limon [...]
No se sabe donde habita Ismail la mayor parte del año. Se supone que se queda conservado en un tarro de vidrio en el desván de la casa de su querido padre [...] para defenderlo de las picaduras de las abejas y de la corrupcion de nuestras cos tumbres electorales [...]
Durante mucho tiempo Turnavitu no ha sido más que un modesto ventilador en diversos cafes sucios, griegos, de las calles de Covaci y Gabroveni. Sin poder aguantar más el olor que tenía que respirar, Turnavitu se dedico a la politica y de este modo logró ser nombrado ventilador de Estado en la coci¬na de los bomberos de la unidad Radu Voda [...]
También, para complacer a su buen amigo y protector, una vez al año Turnavitu toma forma de bidon y, al estar lleno de gas hasta arriba, efectua un viaje lejano, habitualmente a las islas Mallorca y Menorca: casi todos estos viajes consisten en ida, con el ahorcamiento de una lagartija al picaporte de la capitania portuaria, y luego en el regreso a la patria...

Emil Gayk

[...] Afilado bien a las dos cabezas y encorvado como un arco, Gayk se queda siempre un poco inclinado hacia adelante y, de este modo, puede dominar sin dificultad los alrededores. Insiste en estar bien preparado para cualquier eventualidad y por ello se duerme siempre en frac y con guantes blancos, escondiendo debajo de la almohada una nota diplomática, una cantidad importante de bizcochos y una ametralladora.
Durante el dîa, Gayk no puede tolerar otro vestido que unas cortinillas con visillos, una delante y otra detrâs, muy fácil de ser levantads por cualquiera con su permiso.
El tiempo se lo pasa nadando continuamente 23 horas, solamente en la direccion norte-sur por miedo de salir de la neutralidad. En la hora que le queda libre se inspira de las musas calzadas con botas.
Hace poco ha logrado proporcionarnos un nuevo consejo para nuestra politica exterior, sosteniendo, el primero y con mucha autoridad, el parecer de que tenemos que tomar a los transilvanos sin Transilvania; afirma tambien que debemos conseguir a cualquier precio con la intervencion del Vaticano tres kilometros de Nasaud, tres kilometros pero no a la redon- da, sino alineados uno al lado del otro, en longitud, fuera de la ciudad en direccion hacia el ducado de Luxemburgo, como senal de amonestacion por haberse permitido violar la neutrali¬dad de los ejercitos alemanes [...]
Cotadi y Dragomir
Cotadi es bajo y panzudo, de musculatura prominente, con las piernas dobladas dos veces hacia afuera y una vez hacia adentro y eternamente sin afeitar. El cabello negro como la pluma de cuervo está lleno de caspa, adornos relucientes y peines caros de carey.
[...] Se sabe tambien sobre Cotadi que se alimenta solamente con huevos de hormigas que traga por un embudo y echa afuera con burbujas y que durante seis meses al ano estâ tapado con un corcho para botellas de champán al que siempre que se le saca intenta dividir en parcelas inalienables que reparte a la poblacion rural, esperando que de este modo podría, totalmente empirico y primitivo, solucionar el delicado y complejo problema agrario...
Algazy y Grummer
[...] El mayor placer de Algazy —fuera de sus preocupaciones habituales en la tienda— es el de enjaezarse por pura voluntad a una carretilla y —seguido a unos dos metros por su consocio Grummet— correr por el polvo y bajo el bochorno del sol, reco- rriendo las aldeas con el unico fin de recoger trapos viejos, latas de aceite agujereadas y de manera especial tabas, que se comen jun- tos, pasada la medianoche, en el mâs siniestro silencio...
[...] Algun dia, Grummer, sin avisar a Algazy, tomo la carre¬tilla y se fue en busca de trapos y tabas, pero al regresar topó por casualidad con unos restos de poemas, fingió estar enfermo y se los comió a cencerros tapados, debajo de la colcha...
Algazy, al advertirlo, entro con la intención sincera de repren- derle, pero observó horrorizado que en el estomago de Grummer se hallaba, consumido y digerido, todo lo mejor que había quedado de la literatura [...]
Fucsiada
—Poema heroico-erotico y musical, en prosa—
Fucs no habia sido traido al mundo exactamente por su madre... Al principio, cuando se ha formado como ser, ni
siquiera había sido visto, sino tan solo oído, puesto que Fucs, al nacer, ha preferido salir por una de las orejas de su abuela, ya que su madre no tenía oído musical alguno.
Después de esto, Fucs ingresó directamente en el conserva- torio... Ahi tomo forma de acorde perfecto y luego, por modestia de artista, se quedó al principio durante tres años escondido dentro de un piano, sin que nadie lo supiese, salió a la superficie y en algunos pocos minutos terminó de estudiar armonia y contrapunto y superó el curso de piano... Despues se bajó, pero, en contra de todo lo esperado, constató con mucho pesar que dos de los sonidos que lo componían, alterándose con el pasar del tiempo, habían degenerado: uno, en unos bigotes con gafas atadas detrás de las orejas, el otro, en un paraguas, que —juntos con un sol diez que aun le quedaba— dieron a Fucs su forma exacta, alegorica y definitiva...
Algun dia, al dejar el paraguas para que se lo arreglase, se vió obligado a pasar la noche bajo el cielo libre.
El encanto misterioso de la noche, con sus armonias, con aquellos rumores como de otro mundo, los que traen el sueno y la melancolia, habian impresionado tanto a Fucs que —en extásis—, después de pedalear tres horas al piano, sin cantar para no perturbar la quietud de la noche, había llegado, gracias a este medio extraño de locomoción, hasta un barrio oscuro, donde, sin su voluntad, lo llevaba una fuerza mágica [...]
De pronto, muchas devotas terrenales de Venus, humildes servidoras en el altar del amor, vestidas de blanco transparente, con labios pintados y ojos sombreados, rodearon a Fucs por todas partes y lo llevaron con mucho cuidado en sus brazos suaves y voluptuosos hasta el pie de una escalera de seda, hecha de pentagramas, escalera que colgaba debajo del balcon del Olimpo, donde lo esperaba Venus... Fucs fue introducido por la noche en la alcoba... Fucs empezó a temblar de alegría y por miedo hubiera saltado allá abajo, por doquier como una pulga. Pero, como aquellos senos cálidos y perfumados lo habian
mareado, empezó a correr cual renacuajo por el cuerpo de la Diosa, rápido y nervioso, pasando por las puntas rosáceas de los senos, sobre las caderas sedosas, colándose entre las pantorrillas redondas y ardientes... Fucs era irreconocible. Las gafas echaban chispas perversas, los bigotes se habían puesto lubricos y libidinosos.
[...] Pasó así un tiempo bien largo, pero el artista no sabía, en definitiva, qué otra cosa le quedaba por hacer y la Diosa no podía esperar mâs [...]
La Diosa, al principio extrañada, despues contrariada y gra- vemente ofendida, al ver que Fucs consideraba su misión cum- plida... se pusó bruscamente de pie y, roja como una flor de amapola, encolerizada, sacudió la cabeza con gracia, mas con fuerza.
[...] En fin, la suerte de Fucs estaba echada. Para empezar, tenia que errar por el caos con una velocidad nunca vista, en circuitos de cinco minutos, alrededor del planeta Venus, luego, para expiar toda la afrenta a la Diosa, habrá de ser exiliado en un planeta deshabitado [...]
Fucs había empezado cumplir la condena cuando Palas- Atenea, piadosa, intervino (inesperadamente) asu favor [...]
Se le permitió descender otra vez a la Tierra, pero con una sola condicion: allá habia tanta progenitura inútil, artistica y no artistica, que no hacía falta alguna para crear otra... Se le impuso a Fucs la obligacion de destruir el esnobismo y la cobardía del pensamiento en el arte de nuestros pagos terrenales.
Frente a este terrible dilema, tras una larga y madura reflexion, el artista encontró la ultima condición mucho más dificil que la de engendrar progenituras sobre el planeta Venus [...]
© Reservados todos los derechos.

ISMAËL ET TURNAVITE


Ismaël se composait d'yeux, de favoris et d'une robe, il ne se trouve, aujourd'hui, qu'avec difficulté. Naguère, il poussait aussi au Jardin des Plantes. Depuis, grâce au progrès de la science moderne, on est arrivé à en fa­briquer un, par synthèse chimique.
Ismaël ne se promenait jamais seul. Mais vous pouriez l'apercevoir, tous les matin, vers cinq heures et demie, zigzaguer rue de l'Arionoaïa, accompagné d'un blaireau auquel il était étroitement attaché par un câble. La nuit, Ismaël déchirait les oreilles de cet animal, puis il le man­geait tout cru et vivant, avec du jus de citron.
Ismaël cultivait beaucoup d'autres blaireaux dans une pépinière située au fond d'une grotte de la province de Dobroudja, au bord de la mer Noire. Là, il les nour­rissait et les élevait; lorsqu' ils atteignaient seize ans et avaient des formes à peu près pleines, il les déshonorait tous l'un après l'autre, sans aucun remord, à l'abri du Code pénal.
On n'a jamais su avec certitude où logeait Ismaël la plus grande partie de l'année. On croit savoir, toutefois, qu'il était, pendant tout ce temps, conservé dans un bocal et que ce bocal était caché dans le grenier de la maison de son père adoré, vieillard sympathique, dont le nez, comprimé à la presse, était entouré d'une petite haie. On prétend que celui-ci, animé d'un amour paternel exa­géré, le tenait ainsi sequestré pour mieux le protéger des piqûres des abeilles et de la corruption de nos moeurs électorales. Cependant, Ismaël réussissait à s'évader, en hiver, trois mois par an. Son plus grand plaisir était alors de se revêtir d'une robe de gala, découpée dans les dra­peries d'une courte-pointe, ornée de grosses fleurs, couleur de brique. Ainsi paré, il allait à la Fête du ciment; il s'ac­crochait alors aux échafaudages des maisons en construc­tion dans l'unique but de décider les entrepreneurs à l'offrir en récompense et à le distribuer aux ouvriers. 11 éspérait ainsi contribuer, en partie, tout au moins, à la solution du problème social.
Ismaël n'accordait ses audiences que sur le sommet du coteau dominant la grotte aux blaireaux. Des centaines de solliciteurs désirant qui un emploi, qui du bois de chauf­fage, qui des secours en argent, étaient introduits préalable­ment sous un énorme abat-jour où ils devaient couver quatre oeufs par personne. Une fois que cela était fait, on montait tous ces gens dans les wagonnets à ordures de la municipalité. Un ami d'Ismaël, et qui lui servait de saucisson, Turnavite, les poussait à une allure verti­gineuse, jusque tout en haut, chez Ismaël. Turnavite était un personnage bizarre qui, durant l'ascension, avait la
URMUZ
manie déplorable de solliciter, aux solliciteurs, de la correspondance amoureuse, sous menace de les renver­ser.
Longtemps, Turnavite n'avait été qu'un simple venti­lateur dans divers cafés poisseux, levantins, rue Covaci et Gabroveni. Ne pouvant plus suporter les mauvaises odeurs qu'il était obligé d'y respirer, Turnavite fit de la politique: il réussi ainsi à être nommé „ventilateur d'Etat" à la cuisine du poste de pompiers de son quartier.
Il connut Ismaël à une soirée dansante. Il lui exposa la situation misérable dans laquelle il se trouvait, après avoir, cependant, tant tourné. Ismaël, âme charitable, en fit son protégé. Il lui offrit cinquante centimes par jour et la nourriture. En échange, Turnavite devait lui servir de „chambellan aux blaireaux". Il avait aussi l'obli­gation d'aller, tous les matins, à sa rencontre, rue de l'Arionoaïa: là, il devait (sans le faire exprès!) marcher sur la queue du blaireau afin de pouvoir présenter, par la suite, mille excuses pour sa maladresse; puis, caresser Ismaël, sur sa robe, avec une houppe trempée dans de l'huile de chanvre en lui souhaitant beaucoup de bonheur et de prospéritée...
Pour plaire à son excellant ami et protecteur, Turna­vite prenait, une fois par an, la forme d'un bidon, lorsqu'il était plein de pétrol jusqu'au bord, il entreprenait un lointain voyage, le plus souvent aux îles Majorca et Minorca. La plupart de ces expéditions se composaient: 1. d'un départ; 2. de l'accrochage d'un lézard à la poignée de la lieutenance du port; 3. d'un repatriement.
A l'occasion d'une de ces expédition, Turnavite con­tracta un rhume effroyable: il contamina, à son retour, les blaireaux, à tel point qu'ils se mirent tous à éternuer sans plus s'arrêter. Ismaël ne pouvait donc plus les avoir quand il voulait. Turnavite fut congédié sur-le-champ.
Nature infiniment sensible, ne pouvant souffrir une telle honte, complètement désespéré, Turnavite mit alors à exécution son funeste plan de suicide non sans avoir, bien entendu, pris, auparavant, la précaution de s'arracher les quatre dents canines...
Avant de mourir, il se vengea, d'une manière atroce, d'Ismaël: il lui vola toutes ses robes, les brûla au milieu de la rue, dans son pétrole personnel.
Réduit ainsi à la sitution misérable de ne pas plus être composé que d'yeux et de favoris, à peine Ismaël eut-il encore la force de se traîner jusqu'à l'entrée de la grotte aux blaireaux: là, il tomba en décrépitude. Aujourd'hui, il y gît encore.

Traducere din româneşte de Eugen Ionescu
Traducción del rumano por Eugen Ionescu

Les lettres nouvelles (Paris. Director: Maurice Nadeau), XIII, ianuarie-februarie 1965.

© Herederos de Eugen Ionescu